sábado, 11 de abril de 2020

Mil excusas...

Él es de esos que te escuchan cuando hablas y tienen un filtro especial para recordar absolutamente todo lo que te gusta y te hace bien.

Me resistí todo este tiempo a lo que estaba pasando, quería olvidarlo, odiarlo, busque mil excusas para poder borrarlo de mi memoria. Borre fotos, vídeos, escondí sus regalos para no verlos pero nada de esto ayudo si quiera un poco.

Claro que sabia que estas formas de adolescente enardecida no iban a funcionar. Él esta en todos lados, absolutamente en todos lados y a menos que yo no haga el trabajo de convivir con eso, mi vida va a ser una telenovela dramática, de las peores.

Estoy repitiendo patrones de dolor, los mismos de toda mi vida, pero es la primera vez que no entiendo como hacer para dejar de sentir tristeza con recuerdos que solo me traian felicidad.
Es absurdo, eso me enoja, me enoja al punto de querer explotar, bueno, en realidad me hacen explotar.

Estoy teniendo problemas para contenerme, para aislar las emociones y los pensamientos, ordenarlos y expresarlos.
Tengo miedos, dudas, cosas que no puedo entender, pero se que con el tiempo se van a ir acomodando.

Entre tanta vuelta, la conclusion del tema, es que simplemente tengo que hacer el trabajo de recordarlo con la felicidad que me regalaba. Aún estando lejos después de haberlo perdido.